Cuando se contrata un préstamo personal, se lleva a cabo con la intención y seguridad de que podremos pagar mes a mes la cuota que corresponda. No obstante, a veces se viven contratiempos, como un despido, una enfermedad o un gasto inesperado, que pueden causar estragos en nuestra estabilidad financiera y que nos puede imposibilitar nuestro compromiso de hacer frente a la deuda mensualmente. Y aunque es ante las dificultades donde nos crecemos y empleamos todos nuestros recursos, en ocasiones, no es suficiente.

¿Qué sucede si no lo pago?

Las principales consecuencias de no devolver el dinero que te ha prestado tu banco son:

• Intereses de demora

Desde el momento en que no se abona una cuota del préstamo, la entidad financiera procederá a cobrar intereses de demora. Estos intereses se van sumando a la deuda original, por lo que cada mes la deuda aumentará.

• Reclamación judicial

A partir del tercer impago, La entidad que te ha prestado el dinero, puede iniciar una reclamación judicial a partir del tercer impago. Cuando termina el plazo, lo que ocurre dependerá de los bienes de la persona que ha solicitado el préstamo o del tipo de crédito. Se puede llevar a cabo a los 3 meses, es decir al tercer impago, pero la mayor parte de entidades esperan hasta los 6 meses.

• Embargo de bienes

Una de las consecuencias que más temen las personas que no puede devolver un préstamo es el embargo de sus bienes. En caso de repetidos impagos la entidad podría quedarse con los bienes del titular del préstamo o con los del avalista.

Solicitar un préstamo puede ayudarte, pero no olvides que, al mismo tiempo, es una responsabilidad que tienes que asumir antes de atreverte a solicitarlo.

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Marta del team FinOra24

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